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El texto original se puede leer aquí y es un llamado a la acción contra los combustibles fósiles.
En nuestra vida cotidiana, en los ecosistemas en los que vivimos, en los patrones climáticos cada vez más extraños y más violentos a los que estamos sujetos, e incluso en los medios capitalistas de comunicación más comunes, somos bombardeados por pruebas cada vez más nefastas de lo que desde hace tiempo hemos conocido: un cambio climático catastrófico está sucediendo y se amplificará a medida que se extraigan y quemen más combustibles fósiles. Una serie de crisis ambientales y humanas de otro tipo nos afectan al mismo tiempo. Frente a esto, nos dan tres opciones oficiales: la negación, la desesperación o la delegación a aquellos que “saben mejor”, aquellos cuyo “trabajo” es solucionar estos problemas, a través de los mismos medios que nos metieron en ellos.
Pero en todo el mundo, las almas valientes y compasivas han demostrado que también podemos elegir el desafío. Desde la resistencia a la remoción de las montañas en los Apalaches, o a la rebelión contra Shell Oil en el Delta del Níger, o los bloqueos en toda América del Norte y a cualquier persona en cualquier rincón del mundo que se haya mantenido firme contra los que amenazan sus tierras con el saqueo y la devastación, existen mil ejemplos de personas que van más allá en contra del Estado para defender lo que aman y lo que los nutre.
Desde la resistencia, fortalecemos los lazos humanos y no humanos que nos mantienen vivos y prósperos. En los Estados Unidos, hemos visto a una generación volver a despertar a través de la oposición directa al oleoducto Dakota Access en Standing Rock. El Estado siempre buscará dividirnos y quitarnos el poder a través del miedo y la cooptación; recordemos que podemos burlar sus estrategias a través de la acción, el cuidado y la fortaleza del corazón.
Este es un llamado para una multitud de acciones diversas contra la infraestructura de la economía de combustibles fósiles. El proyecto capitalista de destrucción y desposesión muchas veces se siente omnipotente, y conviene recordarnos lo vulnerable e interconectado que es este complejo sistema. Por lo tanto, está es una invitación a actuar de la manera que parezca más relevante para la experiencia y el contexto de cada persona o comunidad. ¡Al menos podemos consolarnos con el hecho de que no hay escasez de opciones!
Algunas preguntas / puntos a considerar:
– ¿Qué infraestructura de combustibles fósiles está activa en tu área? Tuberías, minas, refinerías, pozos, maquinaria, equipos de perforación, cadenas de suministro, capital …
– ¿Dónde están los cuellos de botella y las áreas vulnerables? ¿Qué se puede hacer para lograr mayor interrupción en relación con el riesgo?
– ¿Cuál es el contexto social donde vives? ¿Qué afecta directamente la vida de las personas y qué es lo que resuena? ¿Cuál es tu relación con la tierra y la gente de allí?
– Cualquier lucha necesita una gran variedad de tareas para sobrevivir, amplificar y generalizar. Organización, publicación, cocina, escritura, arte, creación de redes, reflexión, acción directa clandestina y abierta de muchos tipos, festividades, todo tipo de apoyo logístico … ¿Cuáles son las personas y las necesidades de las luchas en tu área? ¿De qué eres capaz y a qué te sientes inclinado?
– ¿Cómo es la vida y la lucha indígena en tu área? ¿Qué aspecto tiene históricamente?
En oposición directa a su mundo, construimos y fortalecemos nuestros propios mundos y a nosotros mismos.
Hagamos lo que pueda para traducir y diseminar esto a través de nuestras redes y medios. Modifíquenoslo para que se ajuste a nuestro contexto, pongámoslo en carteles, hablemos con nuestros amigos. Comunicados e informes de acción son vigorosamente alentados.
¡Por la vida y la alegría, contra la maquinaria de la muerte!